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El hipertiroidismo es una enfermedad grave que requiere atención veterinaria. Por suerte, muchos gatos viven bien después de recibir tratamiento y no se sienten mal durante el proceso.
En este ficha Pet InfoRx® te explicamos qué es y cómo tratar esta enfermedad.
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El hipertiroidismo recién surge en la década de 1980. Pero, a partir de ese momento, debido a que es una enfermedad muy frecuente en gatos, hay mucha información disponible. Es interesante destacar que los gatos de raza pura (Siamés, Birmano, Persa, Abisinio e Himalayo) parecen presentar una menor incidencia de esta enfermedad, por lo que podría haber influencia de un factor genético.
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El desequilibrio hormonal más frecuente en gatos es el hipertiroidismo, es decir, cuando una tiroides está hiperactiva. La tiroides está compuesta de dos glándulas ubicadas en el cuello del gato y produce hormonas (tiroxina) que afectan la función corporal normal de tu gato. Casi todos los órganos del cuerpo se ven afectados por la tiroides. Por ejemplo:
Debido a que la tiroides aumenta el metabolismo basal, los gatos con hipertiroidismo revelan un consumo y una demanda de energía considerablemente superiores. Los síntomas iniciales pueden ser leves al inicio, pero progresan con la enfermedad. A continuación, se incluyen algunos signos de hipertiroidismo:
Para determinar si tu gato tiene hipertiroidismo, el veterinario llevará a cabo una exploración física, en especial del cuello de tu gato, para comprobar si hay inflamación de la tiroides. La gran mayoría de los casos de hipertiroidismo en gatos ocurren debido a la proliferación inofensiva de células en uno o ambos lóbulos de la tiroides.
El veterinario también podría solicitar análisis de sangre y de orina. Necesita ver los valores de la tiroides para determinar si hay un incremento de esta hormona. Se requieren más análisis de sangre para evaluar el hígado y los riñones, además de los recuentos de glóbulos rojos y glóbulos blancos. Es importante evaluar la presión arterial y la frecuencia cardíaca de tu gato. Según los resultados de los análisis anteriores, podrían requerirse más pruebas, como radiografías, un electrocardiograma (para evaluar el corazón) o una ecografía.
Las alteraciones que se detectan en la glándula tiroides suele conocerse como hiperplasia o adenoma. Esta inflamación de la glándula genera una sobreproducción descontrolada de hormona. De todos los casos de hipertiroidismo en gatos, menos del 3 al 5 % son malignos (cancerosos).
Por desgracia, debido a que la tiroides afecta casi a todos los órganos del cuerpo, podrían surgir problemas graves si no funciona de forma correcta. El aumento del metabolismo basal debido a una producción excesiva de la tiroides afecta de forma significativa los órganos de tu gato, incluidos el corazón, los riñones, el sistema nervioso, el tubo digestivo y el hígado. Los efectos sobre otros órganos o sistemas del cuerpo pueden causar complicaciones, como hipertensión (en el 25 % de los casos), lo que puede causar ceguera o daño cardíaco con subsiguiente insuficiencia cardíaca congestiva debido a miocardiopatía hipertrófica. Pero tanto la hipertensión como los trastornos cardíacos pueden revertirse potencialmente si se detectan de forma oportuna y se tratan de manera apropiada.
Si no se controla la hipertensión, puede dañar otros órganos, como los ojos, los riñones, el corazón y el cerebro. Si a tu gato le diagnostican hipertensión durante la evaluación del hipertiroidismo, será necesario administrarle medicamentos para controlarla. Con frecuencia, es posible interrumpir la medicación si se controla el hipertiroidismo.
Por desgracia, no se ha identificado la causa exacta de hipertiroidismo en gatos a pesar de investigaciones exhaustivas. Parece haber mayor incidencia en gatos que viven la mayor parte del tiempo o de forma exclusiva en interiores. Probablemente se deba a que estos gatos suelen vivir más, y los dueños pueden notar cambios con más facilidad, en especial alteraciones de los hábitos de alimentación o cambios de peso. Algunos resultados sugieren de manera no concluyente que los gatos que se alimentan de comida enlatada podrían presentar una incidencia superior. Sin embargo, no se recomienda dejar de alimentar a tu gato con comida enlatada. El veterinario te indicará qué es lo mejor para la salud de tu gato.
El hipertiroidismo se diagnostica con más frecuencia en gatos de mediana edad (más de siete años) o gatos ancianos. La edad promedio de los gatos afectados es de doce años. Por suerte, la incidencia en gatos menores de diez años es de solo alrededor del 5%.
Si a tu gato le diagnosticaron hipertiroidismo y se determinó su estado de salud general, el veterinario te indicará las opciones de tratamiento disponibles. Es una enfermedad difícil de tratar, por lo que hay que considerar varios factores.
El objetivo del tratamiento es reducir la concentración de la hormona y aliviar los signos de la enfermedad. La mejor opción de tratamiento depende de si tu gato tiene otros trastornos de salud, además del hipertiroidismo. Básicamente, hay tres opciones de tratamiento:
Antitiroideos: es un medicamento que se administra de una a tres veces por día durante toda la vida. La concentración de la hormona en sangre podría demorar varias semanas en volver al valor normal una vez iniciado el tratamiento. Si se interrumpe la administración del medicamento, aumentará la concentración de forma progresiva en pocas semanas. Este medicamento suele administrarse durante unos meses antes de la extirpación quirúrgica de la tiroides o de aplicar un tratamiento con yodo radioactivo.IMPORTANTE: El veterinario tendrá que hacer análisis de recuento sanguíneo cada dos semanas durante los primeros tres meses para determinar si es necesario ajustar la dosis.
IMPORTANTE: En gatos que se rehúsan a tomar comprimidos, los antitiroideos pueden administrarse mediante un gel transcutáneo. Se aplica directamente sobre la piel una o dos veces al día. PERO puede causar irritación cutánea en algunos gatos, y su efectividad es variable.
Extirpación quirúrgica de la tiroidesLee más sobre cómo hacer sentir mejor a tu gato después de la cirugía.
Tratamiento con yodo radioactivo
Un porcentaje reducido de gatos (20 %) logra controlar la enfermedad solo con dieta. La dieta suele contener niveles reducidos de sal y yodo. Este tipo de dieta limita la cantidad de hormona que se produce. Una dieta habitual es Hill y/d. El veterinario decidirá si una dieta será efectiva en función del examen y los resultados de los análisis de tu gato.
Si bien pueden presentarse efectos secundarios de los antitiroideos, la mayoría desaparecerá o mejorará sin tener que interrumpir el medicamento. A continuación, se incluyen algunos efectos secundarios:
Unos de los principales efectos secundarios que pueden ocurrir con el tratamiento contra el hipertiroidismo es que puede revelar una enfermedad renal previamente enmascarada. A medida que envejecen, los gatos presentan mayor riesgo de enfermedad renal. Con frecuencia, cuando se inicia el tratamiento contra el hipertiroidismo, la enfermedad renal se hace evidente con rapidez. Esto suma más problemas, porque es necesario mantener un equilibrio: regular la tiroides y conservar la función renal. Por este motivo, los gatos reciben tratamiento con medicamentos por vía oral para controlar el hipertiroidismo antes de otras opciones de tratamiento, como una cirugía o yodo radioactivo, de modo que sea posible evaluar si hay problemas renales. Algunos gatos podrían tener una enfermedad renal tan grave que no es posible una cirugía.
Hay casos en los que el tratamiento puede ser demasiado efectivo, por lo que los gatos padecen hipotiroidismo. Si tienen hipotiroidismo (tiroides infraactiva), los gatos suelen manifestar inactividad, letargo y ausencia de apetito. En estos casos, es necesario administrar suplementos para la tiroides.
Se requiere seguimiento para determinar si la enfermedad está controlada o si se desarrollaron otras enfermedades.
Durante los primeros meses del tratamiento, será necesario supervisar la concentración de la hormona tiroides de tu gato cada tres a cuatro semanas, al menos hasta que los valores regresen al rango normal. Para determinar si hay alguna reacción adversa al tratamiento o si aparece alguna otra enfermedad, es necesario obtener un recuento sanguíneo completo y los valores bioquímicos.
Una vez que el veterinario de tu gato considere que el hipertiroidismo está controlado, tendrá que realizar análisis de sangre cada tres a seis meses para asegurarse de que los órganos funcionen con normalidad y que no haya efectos adversos.
Es importante evaluar la presión arterial de tu gato a intervalos regulares para determinar si ha ocurrido algún cambio. Además, si se detecta una enfermedad cardíaca, podría ser necesario obtener un electrocardiograma (ECG) cada seis meses.
En parte, la mejoría dependerá de la opción de tratamiento seleccionada y de si tu gato tiene alguna complicación asociada con el hipertiroidismo.
Con medicamentos, la concentración sanguínea de la hormona tiroides puede demorar varias semanas (al menos de dos a cuatro semanas) en volver a los valores normales. Por lo tanto, una mejoría notable podría demorar más de un mes.
Debido a que los gatos reciben medicamentos antes de la cirugía o yodo radioactivo para reducir los valores de la tiroides, deberías notar que mejoran los síntomas antes del procedimiento quirúrgico. Por ejemplo, tu gato no tendrá hambre todo el tiempo como antes. La recuperación posquirúrgica suele llevar de dos a tres días, pero es probable que tu gato esté hospitalizado durante este tiempo. No le darán el alta hasta que coma y se comporte con normalidad.
Los gatos tratados con yodo radioactivo suelen comenzar a mejorar en un período de dos semanas. Pero, por lo general, están hospitalizados durante este momento. Esta forma de tratamiento suele tener algunos efectos secundarios.
Según el tipo de tratamiento que decidieron tú y el veterinario, te darás cuenta de si tu gato no está mejorando.
Medicamentos: las reacciones adversas a los medicamentos suelen aparecer dentro de los primeros cinco días. Si notas algo anormal en ese momento, comunícate con el veterinario.
Cirugía: si a tu gato le extirparon la tiroides y notas alguno de los siguientes síntomas una vez que le hayan dado el alta y esté a tu cuidado, comunícate de inmediato con el veterinario.
Yodo radioactivo: los gatos suelen estar hospitalizados hasta dos semanas después del tratamiento con yodo radioactivo. Al volver al hogar, algunos gatos podrían ocultarse unos días porque están estresados. Si persiste el comportamiento anormal, comunícate con el veterinario. Además, algunos gatos podrían tener síntomas de hipertiroidismo hasta tres o cuatro semanas después del tratamiento. Si notas vómitos o diarrea, comunícate con el veterinario. Podría ser necesario administrarle medicamentos.
Por desgracia, no hay forma de prevenir el hipertiroidismo. Es importante que tu gato reciba un diagnóstico oportuno. Esto ayuda a reducir los problemas secundarios y mejora el pronóstico de recuperación.
Se recomienda llevar a los gatos de edad media y avanzada al veterinario cada seis meses para una revisión.
Los gatos pueden vivir muchos años y disfrutar de una buena calidad de vida si el hipertiroidismo se controla de manera efectiva. Es fundamental el tratamiento, porque los gatos que no reciben tratamiento sufrirán pérdida de peso descontrolada y enfermedad cardíaca grave, y finalmente morirán.
Debido a que es posible la recurrencia de la enfermedad, es fundamental cumplir con el control médico. Es esencial respetar las recomendaciones del veterinario sobre el seguimiento continuo, como análisis de sangre, control de la presión arterial, etc.
Siempre existe la posibilidad —aunque es poco frecuente— de que vuelva a crecer el tejido tiroideo después de la extirpación quirúrgica de la glándula o después del tratamiento con yodo radioactivo. Por lo tanto, es importante supervisar con regularidad a tu gato para detectar cualquier síntoma de la enfermedad original. Si sospechas que ha vuelto a manifestar síntomas, comunícate con el veterinario.
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