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Comenzaste a notar que empeora el aliento de tu perro o, tal vez, parece masticar la comida de forma diferente. ¿Qué puede significar eso? Tal vez tu perro necesite una limpieza dental o la extracción de algún diente.
Esta ficha de Pet InfoRx® explica qué es una limpieza dental y cuándo es necesaria. Además, te explicaremos los motivos por los que debe extraerse un diente y cómo puede ayudar a su perro.
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A medida que crece tu perro, cambia la cantidad de dientes que tiene. Al nacer, no tiene todos los dientes. A las tres o cuatro semanas de vida, comienzan a aparecer los dientes. Se les conoce como dientes de leche. Tu cachorro suele tener 28 dientes de leche al cabo de tres a cinco meses de vida, incluidos los incisivos, caninos y molares. Los dientes permanentes aparecen entre los tres y siete meses. Los perros adultos tienen 42 dientes permanentes, con independencia de la raza o del tamaño. ¡Los seres humanos solo tenemos 32 dientes!
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Los veterinarios observan que los trastornos dentales son frecuentes. Se calcula que esta enfermedad afecta a más del 80 % de los perros de más de tres años.
El cuidado dental es fundamental para la salud general de tu perro, porque, si no recibe atención dental, podrían surgir problemas que se propagarán a otras áreas, como inflamación del corazón y del hígado, así como insuficiencia renal crónica en perros ancianos.
Es importante que un veterinario examine la salud dental de tu perro una vez al año en el momento de la revisión anual. El veterinario tendrá una idea del estado de salud dental general de tu perro. Así, intentará ver cuánta placa y tártaro dental se acumuló en los dientes del perro, evaluar el grado de daño en las encías, verificar si las raíces están expuestas, comprobar si hay dientes flojos, etc. Por desgracia, no es posible determinar el grado total de daño sin sedar al animal para obtener radiografías.
Si tu perro no recibe atención dental diaria o con frecuencia en el hogar, se formará placa y tártaro dental en los dientes de tu gato. Si no se extrae la placa o el tártaro, podrían dañarse los tejidos alrededor del diente y el hueso, por lo que podrían surgir otros problemas de salud en el futuro. Podrían surgir problemas de salud como consecuencia de una enfermedad periodontal extensiva y crónica, como la pérdida ósea, que puede causar fracturas de mandíbula, enfermedad cardíaca, enfermedad renal y otros trastornos.
Hay varios motivos por los que deben extraerse dientes.
La enfermedad periodontal es una causa frecuente de pérdida de dientes en perros. Causa daño en las encías y caries. Como podrás imaginar, esto le causa dolor y malestar a tu perro. Cuanto más conviva tu perro con la enfermedad periodontal, más daño se producirá no solo en los dientes, sino en todo el cuerpo. Las bacterias pueden causar infecciones en cualquier parte del cuerpo. En casos graves, pueden causar una infección potencialmente mortal.
Tu perro puede sufrir un traumatismo en los dientes por muchos motivos. Podría haber masticado algo muy duro, como un hueso, o podría deberse a una lesión en la boca. Los dientes pueden astillarse, partirse o romperse por completo. Estos dientes deben extraerse para prevenir el dolor y una infección potencial.
Debido a que los perros usan la boca para hacer más que solo beber y comer, suelen tener más problemas de caries y desgaste. Este daño dental puede exponer los nervios y la cavidad pulpar de los dientes.
Masticar, levantar objetos y transportarlos de un lugar a otro en la boca tiene un impacto negativo en los dientes. Además de estas actividades, el pelo, la suciedad, los alimentos, etc., que se acumulan en los dientes causan problemas adicionales.
Parece que algunos perros, como los de raza de tamaño pequeño y galgos, tienen predisposición a presentar caries y a desarrollar este tipo de problema con más rapidez que otras razas. Por desgracia, esto significa que suelen extraerles dientes con más frecuencia.
Otro problema que genera extracciones son los dientes retenidos. A veces, los dientes de leche de un cachorro no caen cuando salen los dientes permanentes. Si no se extraen estos dientes de leche, pueden causar sobrepoblación y desviación de los dientes permanentes. La posición anómala de los dientes y las filas adicionales de dientes aumentan el riesgo de enfermedad periodontal.
Si el veterinario determina que tu perro necesita una limpieza dental y, tal vez, alguna extracción, es fundamental que respetes las sugerencias y recomendaciones que te indique antes y después del procedimiento.
Es importante comprender que el veterinario solo puede hacer una evaluación inicial de los problemas dentales de tu perro mientras el animal está despierto. Por lo tanto, el verdadero alcance de la enfermedad periodontal, los abscesos de raíces dentales y los daños dentales, entre otras afecciones, solo puede determinarse una vez que hayan anestesiado al perro y que hayan obtenido radiografías.
Por lo tanto, es importante que tengas el teléfono al alcance de la mano mientras tu perro se somete a un procedimiento dental, porque el veterinario podría llamarte si detecta más problemas de los que preveía en un principio.
Después del procedimiento, asegúrate de seguir de forma estricta las instrucciones de alta que te indique el veterinario. Según el alcance de la enfermedad dental de tu perro y de si fue necesario hacer extracciones, el veterinario podría indicarte algunos antibióticos, analgésicos y enjuague bucal para tu perro una vez que regresen al hogar. Asegúrate de administrarle todos los medicamentos conforme a las instrucciones, aunque tu perro no sienta dolor, y no interrumpas ni alteres el tratamiento de ninguna forma sin primero haber consultado con el veterinario.
Si el veterinario te facilitó un enjuague bucal, úsalo según las instrucciones. El enjuague bucal suele tener un adaptador angular que se inserta con facilidad en la comisura de la boca de tu mascota y, luego, se presiona el envase. Por lo general, se hace en ambos extremos de la boca. Si a tu perro no le gusta el envase, puedes pedirle una jeringuilla al veterinario para usarla en lugar del envase. La jeringuilla suele ser más fácil de manipular y puedes ocultarla mejor en comparación en el envase del enjuague bucal.
Náuseas: A veces, los perros tienen náuseas por la anestesia. Si tu perro tiene antecedentes de episodios similares, asegúrate de informarle al veterinario, para que puedan aliviarlo de forma oportuna. Si el veterinario no le administró algo antes o después del procedimiento, asegúrate de preguntarle qué puedes darle a tu perro si tiene náuseas o vómitos.
Te darás cuenta de si tiene náuseas porque podría babear, lamerse los labios con frecuencia, hacer arcadas, tener reflejos de náuseas o vomitar un líquido verdoso o acuoso.
Aturdimiento: También podría sentirse aturdido por la anestesia, por lo que es fundamental facilitarles un ambiente tranquilo para descansar al volver a casa. Asegúrate de dejarlo descansar en un lugar con una temperatura templada: ni demasiado cálida ni demasiado fría.
Tos: Tu perro podría toser por la irritación causada por la colocación de una tubo endotraqueal durante el procedimiento (se desliza una tubo endotraqueal por la garganta hasta la tráquea para mantener abiertas las vías respiratorias). Esto sucede especialmente en las razas braquicefálicas (doguillos, bulldogs, etc.), puesto que suelen tener una tráquea más estrecha. Si tu perro no se siente mejor al cabo de dos a tres días del procedimiento o si presenta tos constante y estridente, comunícate con el veterinario.
Alimentación: Si el veterinario te dice que tu perro puede comer algo no abundante más tarde después del procedimiento, ablanda la comida seca con agua tibia o utiliza un alimento enlatado. Coloca los cuencos de comida y agua junto al lugar de descanso de tu perro, de modo que no tenga que moverse demasiado.
Masticar juguetes y cuidado dental: Si tu perro se sometió a una limpieza dental, pero no fue necesario hacer una extracción, puedes permitir que vuelva a jugar con sus juguetes al cabo de 48 horas. En este momento también puedes comenzar el cuidado dental en el hogar.
Si tu perro se sometió a una extracción de dientes, no permitas que muerda juguetes ni mastique algo comestible durante unos diez días. De este modo, el tejido tendrá tiempo para sanar. Si tu perro se sometió a varias extracciones complicadas, el veterinario podría recomendarte que esperes catorce días para darle comida dura o directamente que tu perro no coma nada duro en el futuro. En ese momento también podrás comenzar el cuidado dental en el hogar, siempre que te haya autorizado el veterinario. No querrás arriesgarte a rasgar las encías de tu mascota donde se aplicaron puntos.
Por lo general, después de una limpieza básica, tu perro volverá comer, beber y jugar con normalidad al cabo de unos dos días.
Si, además de una limpieza dental, le extrajeron dientes a tu perro, la boca podría demorar una semana en sanar. Pero, por lo general, notarás una mejoría unos dos a cuatro días después del procedimiento.
Si tu perro se rehúsa a comer o beber, o parece dolorido 36 horas después del procedimiento, comunícate con el veterinario. Podría necesitar analgésicos adicionales o una nueva evaluación.
Si tu perro vomita o tiene diarrea, comunícate con el veterinario. Vomitar una o dos veces durante las primeras 24 horas posteriores al procedimiento puede ser una respuesta normal a la anestesia, pero igual comunícate con el veterinario para informarle. Te indicará si es necesario hacer algo más.
Si notas que tu perro se toca el rostro y la boca con las garras, y evita que le toquen la cabeza, o si parece sentir dolor al comer, comunícate con tu veterinario.
Una intervención oportuna es fundamental para la prevención. Se recomienda una exploración bucal/dental a cargo de un veterinario una vez al año en perros adultos o dos veces al año en perros ancianos. Esto ayuda a identificar problemas a tiempo, de modo que pueda iniciarse un tratamiento antes de que progrese la enfermedad.
Seis horas después de una limpieza dental, ya comienza a formarse placa.
El cuidado dental en el hogar es fundamental para prevenir una enfermedad dental. Hay muchas formas de prevenirlo. Ocúpate del cuidado dental de tu perro a diario, para que se convierta en una rutina. Además, determina qué métodos funcionan mejor para ti y tu perro. Con frecuencia, es útil combinar dos o más métodos. Puedes probar con estos métodos en tu casa.
NO USES PASTA DENTAL PARA SERES HUMANOS. Sus ingredientes no pueden ingerirse. Contienen demasiado flúor y otros ingredientes que podrían ser perjudiciales para los perros. La pasta dental para mascotas puede ingerirse, no hace espuma y tiene sabores que son más apetecibles para los animales. Además, contienen enzimas que ayudan a eliminar la placa. El veterinario puede hacerte varias recomendaciones. Si a tu perro le disgusta mucho el cepillado de los dientes, puedes probar con Oratene Brushless Toothpaste Gel.
No utilice bicarbonato de sodio, que, tras la ingesta, puede causar malestar en el estómago y el tubo digestivo debido a su elevada alcalinidad. Prueba a cepillarle los dientes a diario o al menos cada dos a tres días. Un poco es mejor que nada, pero piensa en cómo se sienten tus dientes al cabo de unos días.
En este video, se muestra cómo cepillarle los dientes a tu perro.
Si tu perro no está acostumbrado a que le cepillen los dientes, acostúmbralo de a poco a que le toquen la boca. En este video, se detallan los pasos para que tu perro se sienta más cómodo con el cepillado.
Hay dietas especiales para los dientes que contribuyen a la prevención de acumulación de placa y tártaro dental. Algunas incluso ayudan a combatir la gingivitis (inflamación de las encías) y la halitosis (mal aliento). Entre las opciones, se incluyen Royal Canine Veterinary Dental Diet, Purina Pro Plan Veterinary Diet DH y Hill’s Prescription t/d dental diet.
Siempre y cuando tu perro no sea alérgico a algunos alimentos ni tenga problemas digestivos, puedes darle golosinas para los dientes que tengan el sello del Consejo Veterinario de Salud Bucal (VOHC, Veterinary Oral Health Council). Solo las golosinas con este sello están aprobadas para reducir la acumulación de placa y tártaro dental. Para obtener el sello, el producto se somete a estudios científicos estrictos. Visita VOHC.org para ver una lista de los productos autorizados. El veterinario también puede brindarte recomendaciones.
También hay aditivos para comida y agua que ayudan a reducir la acumulación de placa y tártaro dental. Un buen aditivo para alimentos es VetriScience Perio en polvo, mientras que Oratene es un buen aditivo para el agua de tu mascota.
Si tu perro tiene enfermedad periodontal grave, puedes hablar con el veterinario sobre el gel bucal antiséptico Oratene Oral Gel. Este producto contiene una potente enzima que ayuda a tratar la gingivitis y la enfermedad periodontal. Alivia y calma las encías inflamadas. Al no tener que tocarle las encías doloridas con un cepillo, tu perro se mostrará más dispuesto al tratamiento.
Para prevenir posibles fracturas y daños en los dientes de tu perro, evita ofrecerle cuernos de venado, huesos de res o cerdo, o cualquier objeto que sea demasiado duro para él.
Aplica la prueba del pulgar: Si el juguete o elemento masticable no “cede” un poco al presionarlo con el pulgar, es probable que sea demasiado duro para tu perro, por lo que podría dañarle los dientes.
Sé precavido al practicar deportes en exteriores, como golf o béisbol. Muchos perros se dañan los dientes al ser golpeados por pelotas o bates/palos de golf.
Por último, los perros que suelen tomar y roer pelotas de tenis desarrollan caries, en especial en los incisivos (dientes frontales). El fieltro abrasivo de las pelotas de tenis desgasta el esmalte del diente canino, lo que podría exponer la raíz y cavidad pulpar del diente, por lo que podría requerirse una extracción o tratamiento de conducto. Intenta limitar la frecuencia y duración con la que transporta y mastica cualquier tipo de pelota.
Como siempre, consulta con el veterinario de tu perro para obtener más recomendaciones sobre cómo ayudar a prevenir las enfermedades dentales.
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