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Zoonosis canina

Cuando una infección o enfermedad se transmite de forma natural de un animal a un ser humano, se la conoce como zoonosis. El agente infeccioso puede ser una bacteria, un virus, un hongo o un parásito.

La vía de transmisión de las zoonosis puede ser directa o por transmisión de un intermediario (un vector). Una zoonosis directa se transmite a través del aire o por mordeduras y saliva. Por ejemplo, la gripe y la rabia. Si la zoonosis se transmite a través de una especie intermediaria, esa especie solo actúa como portador de la enfermedad, pero no se enferma. Por ejemplo, la enfermedad de Lyme que se transmiten por medio de las garrapatas.

Algunas enfermedades zoonóticas son más frecuentes que otras. Las que afectan a los perros, así como a los seres humanos, serán el tema principal de esta ficha de Pet InfoRx. Pero es importante comprender que hay muchas más. Si viajas, es importante conocer las enfermedades zoonóticas de los países que visitas.

Rabia

La rabia es un virus que puede infectar a todos los mamíferos de sangre caliente. Afecta en primer lugar el sistema nervioso y se transmite a través de la saliva.

Si bien la rabia es poco frecuente en perros y gatos en los Estados Unidos porque hay vacunas, todavía circula porque hay animales sin vacunar o que recibieron la vacuna hace mucho tiempo. Es muy importante mantener el esquema de vacunación al día: las vacunas en perros, gatos y algunos hurones son obligatorias por ley en la mayoría de los estados (aunque no en todos).

Por lo general, la rabia tiene tres fases. La primera fase, la prodómica, dura de dos a tres días. En esta fase, que suele pasar desapercibida, el animal manifiesta cambios conductuales leves, fiebre y disminución del reflejo ocular. La siguiente fase es la neurológica, que dura de dos a cuatro días. Tu perro manifestará un comportamiento errático, incluyendo agitación, agresividad, irritabilidad, ladrido, etc. La última es la fase de coma. Tu mascota manifestará síntomas de debilidad o parálisis en las patas, la garganta, los músculos faciales, etc. Luego, entrará en un cuadro de depresión y coma, y finalmente morirá. En los perros, la muerte suele ocurrir de tres a siete días después del inicio de los síntomas.

En los seres humanos, la rabia puede causar encefalitis potencialmente mortal. Como no existe un tratamiento efectivo, solo sobrevive una pequeña cantidad de personas infectadas con esta enfermedad.

Leptospirosis

La leptospira, que tiene muchas cepas, es una bacteria de forma espiral, que causa una enfermedad infecciosa llamada leptospirosis. Esta enfermedad puede infectar a la mayoría de los animales salvajes y domésticos. También pueden infectarse los seres humanos. La mayoría de los casos de infección en seres humanos, en los Estados Unidos, se producen en actividades recreativas en el agua. Pero también es posible contagiarse a través de mascotas infectadas.

En los perros, los signos iniciales de la infección son fiebre, falta de energía y ausencia de apetito. Los perros también podrían manifestar vómitos, desgano para desplazarse debido al dolor muscular y deshidratación. La infección puede causar diferentes grados de daño en el hígado y los riñones.

Las personas deberían tener cuidado al manipular animales que podrían estar infectados con leptospirosis y al limpiarles la cama o remover la orina. La bacteria leptospira puede penetrar la mucosa de la boca, la membrana de la nariz y los párpados. También puede ingresar por el cuerpo a través de heridas abiertas y rasguños en la piel.

En humanos, los síntomas incluyen signos similares a la gripe y puede causar enfermedad renal y hepática.

Sarna sarcóptica

La sarna sarcóptica es causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Son ácaros que se alojan en la capa externa de la piel y secretan alérgenos que causan un picor intenso. Es una enfermedad de la piel sumamente contagiosa que provoca un picor intenso y que puede aparecer en cualquier época del año.

Los perros son los animales que se infectan con más frecuencia, pero también puede afectar a gatos y seres humanos. El prurito (picor) y la lesión son más graves en el rostro y la parte inferior del cuerpo, pero también puede afectar los codos, el corvejón (el “codo” de las patas traseras) y las orejas.

Uncinarias y nematodos

Las uncinarias y los nematodos se conocen con el nombre de parásitos intestinales.

Signos que indican que su perro tiene parásitos intestinales:

• Pérdida de peso
• Diarrea, con o sin sangre
• Alteración del apetito
• Hinchazón del estómago, principalmente en cachorros
• Vómitos, especialmente en cachorros con nematodos
• Estreñimiento, a causa de una cantidad excesiva de parásitos
• Pelaje opaco

Los seres humanos pueden infectarse al entrar en contacto con heces o tierra contaminadas. Suele ocurrir cuando caminamos descalzos por áreas contaminadas o al ingerir tierra o heces de forma accidental. Las uncinarias adultas no infectan a los seres humanos. Los seres humanos se infectan por la larva de la uncinaria madura hasta alcanzar una fase en que pueden penetrar la piel. Los parásitos no llegan a convertirse en adultos. Suelen morir al cabo de varias semanas. La larva causa picor en la piel del ser humano. En el caso de los nematodos, los seres humanos suelen infectarse al ingerir de forma accidental, la tierra o heces contaminadas con huevos. Después de la ingestión, las larvas pueden afectar los ojos, el corazón, los pulmones o, incluso, el sistema neurológico de las personas.

Tiña

La tiña es una infección que no es causada por un parásito. El término médico para esta infección lo qual es común de la piel, es dermatofitosis. La tiña causa un sarpullido circular y rojizo similar a un parche en la piel. Es causada por un hongo que se alimenta de las proteínas presentes en la capa exterior del vello, las uñas y la piel. Esta molesta infección es muy contagiosa. Puede transmitirse de los animales a las personas, y viceversa.

Con frecuencia, es necesario consultar con un veterinario para determinar si un perro tiene una enfermedad zoonótica. Si a tu perro le diagnostican una enfermedad de este tipo, es necesario identificar la causa específica de la zoonosis.

Rabia

Si un animal salvaje entra en contacto con tu perro o potencialmente lo muerde, llama de inmediato a tu veterinario para que te indique las medidas apropiadas que debes adoptar. Si a tu perro ya le habían administrado la vacuna contra la rabia, será necesario volver a vacunarlo. Si todavía no le habían administrado esta vacuna, será necesario comunicarse con el servicio de control de animales y seguir las medidas apropiadas. Si un animal potencialmente infectado con rabia te muerde o si entras en contacto con su saliva, solicita atención médica de inmediato.

Leptospirosis

Si tu perro tiene mucha fiebre, signos de insuficiencia renal aguda (solo elimina muy poca orina o no orina) o de insuficiencia hepática aguda (encías amarillentas o pequeños puntos rojizos o púrpuras en las encías o la piel), ten mucho cuidado al manipular a tu mascota y comunícate de inmediato con tu veterinario. Asegúrate de practicar buenas medidas de higiene y de usar guantes. Consulta con tu veterinario para que te indique cómo desinfectar tu casa de forma apropiada, especialmente las áreas donde podría haber orina. Desecha cualquier elemento que pudiera estar contaminado con orina. 

Nota: Las actividades normales con tu mascota no conllevan mayor riesgo de contagiarte leptospirosis. Pero el contacto directo o indirecto con orina o sangre de tu perro mientras esté infectado puede aumentar el riesgo de contagio. Te recomendamos que consultes con tu médico si sientes que estás en riesgo.

Sarna sarcóptica

Si a tu mascota le diagnosticaron sarna sarcóptica, debes aislarla de las otras mascotas y asegurarte de usar guantes al manipularla, además de ducharte y cambiarte de ropa al terminar de atenderla. Lee más sobre cómo cuidar a tu perro.

Uncinarias y nematodos

Si sospechas que tu cachorro o perro adulto tiene parásitos intestinales, comunícate con tu veterinario. Te pedirá que le lleves una muestra fresca de heces (alrededor de dos cucharadas). Si las heces son blandas o acuosas, pregúntale como prefiere que las recolectes.

Es importante descontaminar de forma apropiada el lugar donde vives con tu perro. Si bien no podrás descontaminar el suelo, debes recolectar todas las heces del lugar. Se recomienda que no dejes que tu cachorro o perro juegue en un área donde él u otros perros hacen sus necesidades. Mantén separada el área de juegos del área de las necesidades.

Si tu perro tiene un corral al aire libre, podría estar contaminado. Te sugerimos que lo mantengas alejado del área y que traslades el corral a otra ubicación una vez que ya se haya desparasitado. Si permanece sobre el suelo contaminado, es probable que vuelva a infectarse. Si es posible, coloca el corral sobre una superficie de hormigón para facilitar la limpieza y desinfección.

Tiña

El plan de tratamiento que elija el veterinario se basará en estos factores:

• La gravedad de la infección.
• El número de mascotas infectadas.
• La edad y el estado del sistema inmunitario de quienes residen en el hogar, tanto animales como personas.

Infección localizada

Si el área infectada es muy reducida o solo hay uno o dos sitios específicos, algunos veterinarios podrían recomendar recortar el pelaje del área afectada para prevenir que la infección se propague al ambiente y aplicar una crema o un ungüento antifúngico sobre el área afectada. Deberías usar guantes al manipular a tu perro y al aplicarle el tratamiento. El tratamiento debería aplicarse hasta una o dos semanas después de que haya sanado la lesión.

Infección generalizada

En áreas infectadas más extensas, tal vez sea necesario recortar todo el pelaje y usar un champú antifúngico (solo use los recomendados por el veterinario). Tendrás que bañar a tu perro dos a tres veces por semana y asegurarte de que el jabón actúe durante quince minutos antes de enjuagar con agua tibia. Como medida de precaución, se recomienda que uses guantes al bañar a tu perro, además de lavarte las manos al terminar.

Infección generalizada con factores adicionales

Muchos veterinarios indican la administración de medicamentos antifúngicos por vía oral en estos casos más complicados. Esto suele ocurrir si el tratamiento tópico localizado tiene poco o ningún efecto, si se ve afectada un área grande, si hay muchas mascotas afectadas o si hay niños o personas inmunodeprimidas en el hogar. Por lo general, el tratamiento con antifúngicos orales dura un mínimo de seis semanas. A veces, es necesario prolongar el tratamiento. Antes de interrumpir el tratamiento, suelen requerirse dos cultivos negativos consecutivos para tiña.

El tratamiento podría durar de varias semanas a meses, según la gravedad de la infección y de cómo responda el perro al tratamiento.

Cuarentena

Para ayudar a reducir la propagación al mínimo, encierra a tu perro —con independencia de la gravedad de la infección— en una habitación que pueda desinfectarse con facilidad y que esté alejada de cualquier otra mascota. Se recomienda una habitación con ventana, de modo que sea posible ventilarla. Si no tienes una habitación para aislar a tu perro, podría ser útil una jaula grande. La idea es impedir que el pelaje y la caspa se esparzan por el lugar, para facilitar la limpieza y desinfección, y para proteger a las otras mascotas y a las personas que habitan en la casa.

Es importante destacar que, si el tratamiento se interrumpe de forma prematura y no se controla el ambiente de forma apropiada (consulta a continuación), podría ocurrir una reinfección.

Las esporas fúngicas pueden sobrevivir en el ambiente hasta dieciocho meses; por lo tanto, continúe desinfectando el lugar durante este tiempo, incluso después de haber completado otros tratamientos.

Desinfección del ambiente

También es importante desinfectar tu casa después de bañar al perro y donde sea que haya estado antes del diagnóstico, así como el lugar donde esté encerrado durante la cuarentena. Limpia de forma exhaustiva y retira con cuidado todo el pelo del piso y de los muebles. Barre y pasa la aspiradora a diario durante todo el período de tratamiento. Luego, pasa un trapeador húmedo con una solución de cloro y agua. Esta solución matará el hongo.

Para preparar la solución de limpieza, diluye una pinta de cloro en un galón de agua. Además de pasar el trapeador húmedo, repasa todas las superficies con cuidado. Si es posible, traslada a tu perro a otro lugar mientras se ventila la habitación y se seca el piso.

Recuerda usar guantes al desinfectar y lávate las manos al terminar. Asegúrate de cambiarte y lavar tu ropa tan pronto como terminas desinfectar el espacio o de manipular a tu perro.

Rabia

Si tu perro tiene rabia y manifiesta un comportamiento anormal o síntomas neurológicos después de una posible exposición, comunícate de inmediato con el veterinario de tu perro y con el servicio de control de animales.

Leptospirosis

Si tiene leptospirosis, tu perro estará hospitalizado en una clínica veterinaria. La progresión de la insuficiencia renal y hepática, y la incapacidad de controlar la deshidratación son indicadores desfavorables para una recuperación exitosa.

Sarna sarcóptica

Si tiene sarna sarcóptica, notarás que tu perro no mejora si:

• El prurito (picor) sigue intensificándose sin alivio.
• Continúa perdiendo pelaje.
• La piel comienza a endurecerse o sigue endureciéndose.
• La piel comienza a adquirir un color negro.
• Progresa la descamación y el traumatismo de piel por rascarse. Presenta sangrado de las heridas.
• Empeora el olor.
• Manifiesta dolor.
• Tiene fiebre.
• Deja de comer.
• Disminuye su nivel de actividad.

En la mayoría de los casos, no se observan mejorías inmediatas. Pero, si no notas que mejora en un plazo de siete a diez días o si observas que se agrava algún síntoma, comunícate con tu veterinario. Podría agregar o cambiar medicamentos.

Uncinarias y nematodos

Si tu cachorro o perro adulto sigue con diarrea (especialmente dos a tres días después de comenzar el tratamiento), parece estreñido, tiene el estómago hinchado, no recupera el color rosado normal en las encías, pierde el apetito o comienza a vomitar, comunícate de inmediato con tu veterinario.

Tiña 

Si tu perro tiene tiña y sigue con lesiones y pérdida del pelaje, o manifiesta nuevas lesiones al cabo de dos semanas de tratamiento, comunícate con el veterinario. Podría ser necesario agregar o cambiar medicamentos (tópico o antifúngico). Además, el veterinario de tu perro podría indicar más pruebas de diagnóstico para asegurarse de que tu perro no tenga otros problemas de salud que afecten el sistema inmunitario.