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Pancreatitis en perros

Tu perro comenzó a vomitar y no tiene apetito. El veterinario le diagnosticó pancreatitis a tu perro. Podrías sentir pánico y preguntarte por qué ocurrió.

En esta ficha de Pet InfoRx® te explicamos qué es la pancreatitis, cuáles son sus causas y cómo prevenir que vuelva a ocurrir.

 

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Páncreas de un perro

Páncreas de un perro

En Grecia, el término páncreas significa “todo carne”. La primera persona en describir el páncreas como una glándula fue un cirujano de la Grecia antigua llamado Herófilo alrededor del año 300 a. e. c. Pero no fue hasta unos 400 años después que el órgano obtuvo su nombre oficial. Un cirujano y anatomista griego, Rufus, llamó pankreas a este órgano. El posible motivo del nombre es porque no tiene huesos ni cartílagos.

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¿Qué es la pancreatitis?

El páncreas es una glándula con forma de V que está ubicada en el área superior del abdomen de tu perro. Su objetivo principal es secretar enzimas y otras sustancias que contribuyen a la absorción de nutrientes y ciertas vitaminas y minerales de la comida de tu perro.

Hay dos tipos de pancreatitis: aguda y crónica

  • La pancreatitis aguda se presenta de forma abrupta con pocos cambios o alteraciones no permanentes en el páncreas.
  • La pancreatitis crónica es una inflamación constante que suele causar alteraciones irreversibles o permanentes en el páncreas.

En realidad, cualquier perro (o gato) puede resultar afectado a cualquier edad. Pero la pancreatitis aguda es más frecuente en perros de edad mediana o avanzada (mayores de siete años). Resultan afectados machos y hembras en igual proporción. Cualquier raza puede desarrollar pancreatitis, pero algunas parecen presentar un mayor índice de incidencia (algunas se incluyen en la sección siguiente).

No obstante, es útil saber cuáles son los signos o síntomas de pancreatitis, de modo que puedas determinar si tienes que llevar a tu perro al veterinario. Los signos clínicos de pancreatitis —los que son evidentes— pueden ser poco claros y no específicos de una pancreatitis. Además, a veces la condición progresa hasta causar diabetes o enfermedad renal, pero todo comienza por una pancreatitis no detectada. Por ese motivo, es importante no demorar la visita al veterinario si notas algunos de estos síntomas.

Síntomas de pancreatitis en perros

Si un perro tiene pancreatitis, manifestará síntomas generales asociados con el tubo digestivo.

  • Vómitos: este es el síntoma más atípico que se manifiesta.
  • Rehusarse a comer.
  • Actuar como si estuviera deprimido.
  • Diarrea.
  • Fiebre.
  • Debilidad o, en casos graves, colapso.
  • Dolor en el área abdominal: tu perro probablemente se muestre inquieto, jadee, tiemble o se encorve. Esta foto muestra cómo se ve un perro encorvado.
Perro encorvado por pancreatitis

¿Cómo pasó esto?

En general, en casos de pancreatitis aguda o crónica, un trastorno inflamatorio activa enzimas dentro del páncreas. Esto genera la descomposición progresiva del tejido pancreático por acción de sus propias enzimas, es decir, el órgano se come a sí mismo.

Por lo general, se desconoce la causa de una pancreatitis espontánea en animales. Además, los síntomas son tan variados que un ataque leve de pancreatitis puede pasar desapercibido para el dueño, pero, por desgracia, ya ha comenzado el daño. Las mascotas con pancreatitis aguda tienen probabilidad de volver a padecer esta enfermedad, lo que eventualmente progresa hasta generar un trastorno crónico.

Causas de pancreatitis en perros

La siguiente es una lista que incluye solo algunos de los posibles factores que se consideran causas posibles de pancreatitis:

  • Una dieta incorrecta: si un perro come alimentos que no suele consumir o si ese alimento tiene un alto contenido de grasa. La carne y el queso son alimentos con mucha grasa.

Aunque un perro coma de forma habitual sobras o alimentos grasos, puede producirse una reacción adversa en cualquier momento. Hay muchos perros que comen sobras durante un período prolongado y se sienten bien. Pero, de repente, un día el páncreas decide que ya soportó demasiado.

  • Perro obeso con pancreatitisObesidad: los perros obesos tienen una concentración mayor de grasa en la sangre que los perros más delgados y saludables. También acumulan grasa visceral, que tiene gran contenido de triglicéridos insaturados, alrededor de los órganos y en la membrana del cuerpo. La pancreatitis causa la degradación descontrolada de esta grasa visceral, por lo que se liberan ácidos grasos desenlazados, lo que, a su vez, causa necrosis (muerte de las células saludables) y agravamiento de la pancreatitis.

  • Volumen elevado de grasa en la sangre: esta es una condición más frecuente en algunos perros de raza, como schnauzer miniatura, caniche miniatura y cocker spaniel. Uno de los motivos es que estas razas de perros suelen presentar una mayor concentración de triglicéridos, es decir, niveles más altos de grasa en la sangre. Pero también una dieta con alto contenido de grasa puede causar estos niveles elevados de grasa en cualquier raza.

  • Traumatismo abdominal contuso: las lesiones en el área del estómago —como ser atropellado por un vehículo, ser embestido por otra mascota, etc.— pueden lesionar el páncreas y generar una respuesta inflamatoria.

  • Ciertos medicamentos o toxinas: cualquier medicamento o toxina que puede causar una inflamación pancreática puede generar un problema. Por ejemplo, medicamentos para quimioterapia, corticoesteroides o ciertos antibióticos. El veterinario determinará cuál es la mejor opción para tu perro y te advertirá sobre los riesgos. Hay toxinas ambientales y domésticas, como el cinc (en suplementos y pantallas solares para seres humanos) y organofosfatos (que suelen estar presentes en herbicidas o insecticidas) que también se han asociado a la pancreatitis.

  • Presencia de otras enfermedades: diabetes mellitus, enfermedad renal o hepática crónica, enfermedad de Cushing y otros trastornos.

  • Agentes infecciosos: parvovirus, Babesia canis, movimiento ascendente de bacterias intestinales, movimiento anormal de parásitos intestinales.

¿Qué debes hacer si tu perro tiene pancreatitis?

Tratamiento contra la pancreatitis en perros

No hay un protocolo de tratamiento veterinario específico o estándar contra la pancreatitis en perros. Por lo general, implica cuidado de apoyo con líquido y medicamentos i.v. para tratar los efectos secundarios: vómitos, dolor de estómago, diarrea, fiebre. etc. Si se diagnostica otra enfermedad o condición al mismo tiempo que la pancreatitis, es necesario adoptar medidas para tratar ese trastorno concurrente. Los resultados son cuestionables, incluso con un tratamiento intensivo.

Si tu perro tuvo pancreatitis o se cree que tiene esta enfermedad, cámbiale la dieta por una de bajo contenido graso y ayúdalo a bajar de peso si tiene sobrepeso. Evita darle muchas golosinas, especialmente si contienen grasa. Evita por completo CUALQUIER alimento para seres humanos, como carne, queso, etc.

Si tu perro ya tuvo pancreatitis, es probable que vuelva a tener este trastorno. Cada vez que padece pancreatitis, disminuye de forma progresiva su capacidad de recuperarse. Es fundamental adoptar medidas de precaución y respetar el plan de tratamiento que te indique el veterinario. La pancreatitis puede ser mortal.

¿Cómo sabe que las cosas están mejorando?

Por lo general, si a tu perro le diagnosticaron pancreatitis, lo hospitalizarán en una clínica veterinaria para brindarle cuidado de apoyo.

Si sufre un ataque leve o agudo de pancreatitis, la recuperación suele demorar alrededor de dos a cuatro días con terapia (líquidos intravenosos y medicamentos). En estos casos, las probabilidades de recuperación suelen ser buenas. Pero recuerda que, si bien podría parecer que tu perro vuelve a su estado normal, ya sufrió daños en el páncreas, por lo que es probable que presente episodios repetidos de pancreatitis.

En casos más graves o crónicos, suele requerirse una semana o más de terapia para notar una mejoría.

¿Cómo se sabe cuando las cosas no mejoran? Qué debe hacer?

Si tu perro no revela signos de mejoría al cabo de la primera o segunda semana de tratamiento intensivo, el resultado no es prometedor.

Por desgracia, existen complicaciones asociadas con la pancreatitis, que incluyen:

  • Edema pulmonar: presencia de líquido en los pulmones.
  • Arritmia cardíaca: latidos del corazón irregulares.
  • Peritonitis: inflamación de la membrana del abdomen y de la cavidad pélvica, lo que puede ser mortal.
  • Coagulación intravascular diseminada (CID): funcionamiento anormal de los mecanismos naturales de coagulación y anticoagulación de la sangre del cuerpo, lo que puede ser potencialmente mortal.
  • Respuesta desfavorable al tratamiento.
  • Problemas secundarios, como diabetes e insuficiencia pancreática exocrina.

Si surgen complicaciones secundarias mientras tu perro tiene pancreatitis, podría morir.

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Cómo evitar que esto suceda en el futuro

Supervisa y controla de forma estricta la dieta de tu perro

Si bien no es posible prevenir todas las causas de pancreatitis, es muy fácil prevenir algunas de ellas.

Previene la obesidad. Siempre mide la comida y las golosinas que le das a tu perro cada día. Asegúrate de que la dieta de tu perro coincida con su estilo de vida y edad, por ejemplo, darle alimento para perros ancianos en lugar de alimento para adultos. El veterinario te recomendará la mejor dieta para tu perro, puesto que conoce a tu mascota y sus antecedentes de salud.

Evita darle alimentos para seres humanos o incorporar grasa en su dieta. Si bien algunos alimentos, como zanahorias y judías verdes, se consideran seguras para perros, otros son tóxicos, como las uvas y pasas de uva, que causan daño en los riñones, lo que se considera un factor de riesgo de pancreatitis.

Además del posible contenido elevado de grasa, los alimentos para seres humanos pueden tener mucha sal o ingredientes tóxicos para tu mascota. Por ejemplo, muchos condimentos que se agregan a la carne contienen cebolla o ajo, que son tóxicos para los animales. Recuerda que las toxinas están en la lista de factores de riesgo de la pancreatitis. Algunos productos alimenticios, como mantequilla de maní o ingredientes cetogénicos, podrían contener xilitol, que es muy tóxico para los perros. Siempre confirma con el veterinario si un alimento es seguro para tu perro.

Incluso si le ofreces a tu perro de forma periódica o habitual alimentos para seres humanos y nunca le pasó algo malo, igual podría sufrir pancreatitis en cualquier momento.

Es necesario resaltar que la pancreatitis es una enfermedad muy grave con riesgo de causar complicaciones graves. Se requiere un tratamiento intensivo y oportuno para lograr un resultado óptimo. Prevenir que tu perro sea obeso y evitar alimentos inapropiados (especialmente alimentos grasos) para seres humanos puede ser clave para evitar la enfermedad. Nunca sabrás si tu perro ya sufrió pancreatitis de manera silente, por lo que debes adoptar precauciones para evitar factores que afecten el páncreas.

Labradoodle comiendo una zanahoria como golosina

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